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“Es un atropello emprender una 'cacería de brujas' contra quienes prestamos un servicio de salud”

Especialista en psiquiatría adultos e infanto juvenil, la Dra. Yamily El Fakih de Habib es una de las médicas afectadas por las querellas presentadas por dos isapres en contra de médicos y médicas. Si bien las entidades finalmente desistieron, integramos su testimonio en la presente Gaceta Falmed, tras ser asesorada por la Fundación.

Nota
Basándose en un número excesivo de licencias o una eventual falta de fundamento médico en reposos extendidos a sus pacientes, la Asociación de Isapres de Chile y algunas isapres, interpusieron acciones penales en contra de un significativo grupo de médicos y médicas, muchos de ellos psiquiatras. Conversamos con una profesional para conocer su impresión sobre esta acción legal y cómo esta pudo afectar su ejercicio profesional y su trabajo terapéutico con los pacientes.

Entrevista: Mariela Fu R, Jefa Docencia Falmed
Actualmente, la Dra El Fakih de Habib se desempeña en MedSalud, Chillán. Se tituló en la Universidad de los Andes, Mérida y es Doctora en Ciencias Médicas de La Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela. Cuenta además con un diplomado en Psiquiatría Comunitaria de la Universidad de Chile.

-Podría relatarnos cuál ha sido su experiencia con la necesidad de indicar el reposo médico
-Desde la crisis social del 2019 he visto que la demanda de licencias médicas se ha incrementado, por razones inherentes a la Salud Mental en la mayoría de los casos, y por razones económicas en otras ocasiones. De igual manera, los rechazos de licencias médicas por parte de COMPIN han aumentado en forma progresiva. Respecto a las ISAPRES la situación es la misma de siempre, las licencias médicas psiquiátricas son instantáneamente rechazadas, lleven o no informe médico. Los peritajes a los pacientes son una práctica habitual de dichas instituciones, sometiendo a los pacientes a una situación de estrés adicional y al especialista a un juicio crítico, muchas veces sin fundamento y hasta peyorativo y descalificador.

 -¿Recibió alguna advertencia por parte de las Isapres respecto a su emisión de Licencias Médicas?
-Recibí información por parte de Falmed que dos Isapres: Banmédica y Vidatres se habían querellado en mi contra y habían luego desistido de las mismas. Sin embargo, no recibí notificación alguna de parte de dichas instituciones, ni en mi correo postal ni electrónico, ni por otra vía. Por otro lado, tuve que enfrentar una situación que, para este momento aún no he podido esclarecer de manera formal. Atiendo pacientes GES a través de un prestador de salud (Redgesam) y un buen día los pacientes de la Isapre Colmena no pudieron adquirir sus bonos de atención correspondientes. La Isapre les comunicó que yo no trabajaría más con ellos. Obviamente, los reclamos de los pacientes no se hicieron esperar. Ante esta situación, me dirigí al prestador para consultar la medida unilateral y tampoco hubo conocimiento de la decisión de la isapre. Finalmente, después de varias vueltas y de forma verbal, la isapre comunicó que había excedido las licencias médicas permitidas durante el año 2020. A los pacientes se les permite atenderse conmigo sin bono GES, pueden solicitar el reembolso de la prestación y deben comprar sus medicamentos. Además, tampoco podrían atenderse con el psicólogo del equipo. Reitero: la Isapre Colmena NUNCA me lo comunicó ni lo hizo a los pacientes, la información fue verbal con Redgesam (prestador). Ante esta irregularidad e incumplimiento de la Ley, envié a los pacientes un correo explicando la situación para que pudieran realizar gestiones correspondientes. Hasta el día de hoy, no hay respuesta.

               FOTO: ARCHIVO DIARIO CONCEPCIÓN.

-¿Cómo ha afectado esta situación su ejercicio profesional y su relación con los pacientes?
Llevo 31 años en el ejercicio de mi profesión de los cuales 15 han sido en Chile y realmente me resulta muy penosa esta situación. La medicina siempre resultó ser producto de una profunda vocación de servicio y considero un atropello absoluto emprender una “cacería de brujas” contra quienes prestamos un servicio de salud, cuando el abuso en el uso inadecuado de licencias médicas responde a razones inherentes a otros factores, muy alejados de lo que significa la promoción, prevención y atención en salud. Respecto a mi relación con los pacientes, no ha sido afectada. A estas alturas del partido, tengo muy claras las cosas al momento de estar frente a un paciente. 


“El abuso en el uso inadecuado de licencias médicas responde a razones inherentes a
otros factores, muy alejados de lo que significa la promoción, prevención y atención en
salud”

- ¿Cómo observa usted que atenta esta situación en una óptima recuperación de los pacientes, en su caso, en una especialidad compleja como lo es la Psiquiatría?
Esta situación irregular se constituye en una agresión contextual contra la enfermedad mental y por ende contra el paciente que la sufre. No son pocos los que prefieren sufrir en silencio y prefieren “arreglárselas por sí mismo” antes que someterse a las infinitas dificultades de buscar atención y que deban enfrentar, además, la burocracia de gestionar bonos y licencias, además de recorrer las calles cotizando medicamentos que se adapten a sus presupuestos. Si a esto le sumamos rechazos continuos de licencias y peritajes que se convierten en “juicios a la verdad del paciente y su psiquiatra”, que ponen en tela de juicio su sufrimiento y la experticia de aquel en quien han depositado su confianza, ya podemos imaginar cómo puede afectar esta situación al enfermo mental.

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¿Cómo observa usted que atenta esta situación en una óptima recuperación de los pacientes, en su caso, en una especialidad compleja como lo es la Psiquiatría?
Esta situación irregular se constituye en una agresión contextual contra la enfermedad mental y por ende contra el paciente que la sufre. No son pocos los que prefieren sufrir en silencio y prefieren “arreglárselas por sí mismo” antes que someterse a las infinitas dificultades de buscar atención y que deban enfrentar, además, la burocracia de gestionar bonos y licencias, además de recorrer las calles cotizando medicamentos que se adapten a sus presupuestos. Si a esto le sumamos rechazos continuos de licencias y peritajes que se convierten en “juicios a la verdad del paciente y su psiquiatra”, que ponen en tela de juicio su sufrimiento y la experticia de aquel en quien han depositado su confianza, ya podemos imaginar cómo puede afectar esta situación al enfermo mental.

 “Rechazos continuos de licencias y peritajes que se convierten en ‘juicios a la verdad del paciente y su psiquiatra’, que ponen en tela de juicio su sufrimiento y la experticia de aquel en quien han depositado su confianza, afectan al
enfermo mental”.

 
-A su juicio, ¿cómo cree que podría solucionarse estos conflictos?
-En primer lugar, creo que los médicos que ejercemos nuestra profesión por vocación debemos levantar la voz. En segundo lugar, las instituciones competentes: Colegio de Médicos, Falmed, Ministerio de Salud y Corporaciones de Salud deben asumir sus responsabilidades para apoyar y defender a quienes prestamos un servicio a la comunidad.

 -¿Qué le diría a otros médicos o médicas que estén atravesando esta situación?
-En primer lugar, que no olvidemos la razón por la que somos médicos y no cejemos en el esfuerzo diario de servir a nuestros pacientes con amor. En segundo lugar, que levantemos la voz y defendamos nuestro sagrado oficio, que no se confunda la atención al paciente con intereses comerciales: no somos mercaderes de la salud. Sólo recordar una parte de nuestro juramento Hipocrático: “Primum non nocere”, que debería ser una máxima aplicada al proceder de todo ser humano y no el mantra que repetimos cada día los sacerdotes de Asclepios.

 

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