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Volumen 3 N°6/2015

Relación médico paciente en la salud privada

El Factor Dinero

La medicina privada se está expandiendo. Su oferta concilia calidad, complejidad y múltiples opciones oportunas. Más de la mitad de los médicos trabaja exclusivamente en el ámbito privado y buena parte de los facultativos con jornada pública tiene una consulta en las tardes.

Por Andrés Palacios, Pedro Soto y Juan Pablo Muñoz
Revista: Volumen 3 N°6/2015

METÁFORAS DE LOS PACIENTES

 En 2013 la Superintendencia de Salud publicó los resultados de una investigación dedicada a explorar las percepciones de los pacientes en relación al sistema sanitario de nuestro país. En el estudio “Satisfacción y Calidad Percibida en la Atención de Salud Hospitalaria”, se detalla un interesante método para aproximarse a un aspecto fundamental del problema: la relación médico paciente. Los investigadores centraron su análisis en el discurso de los participantes del focus group, con particular interés en las metáforas.

Las metáforas son recursos retóricos fundamentales para el pensamiento. Son capaces de establecer puentes entre las funciones cognitivas y el lenguaje. Están, de hecho, en la base de un modelo comunicativo basado en la común interpretación de signos. Las metáforas son representaciones cotidianamente instaladas en nuestras palabras. Las usamos a diario. De allí que se convierten en evidencia de la comunicación sobre la que es posible interpretar tendencias, valoraciones y sentidos.

Un primer aspecto a destacar son las metáforas positivas para caracterizar a los médicos. Por un lado se denota una asociación a vínculos familiares o amistosos. Cercanos: “Me trató como un amigo”, “Me trató como un familiar”, “Lo siento como un papá”, “Me dijo tranquila hija”, “El nos ve como hijos”. Por otro lado se aprecian valoraciones de virtud religiosa, representadas en sentido de la protección y el cuidado: “Él es un ángel”, “Es un santo”.

Otro aspecto interesante son las diferencias perceptivas que se pueden constatar al comparar las metáforas utilizadas por pacientes del sector público en relación a quienes se atienden en el sector privado. En el caso del ámbito público, los pacientes más frecuentemente recurren a la “metáfora del padre”, en una relación que perciben como asimétrica. En el caso de los pacientes del sector privado, las ideas se pueden sintetizar en la “metáfora del amigo”, lo que es coherente con otros resultados del mismo estudio que apuntan a una tendencia en los pacientes del ámbito privado a buscar una relación permanente con un médico conocido. En este caso se constata una valoración por la simetría en el vínculo entre médico y paciente. Sobre las valoraciones negativas, el estudio de la Superintendencia indica la recurrencia de “expresiones de connotación negativa que sugieren sentimientos y pensamientos respecto del médico, que les provocan situaciones confl ictivas de rabia, impotencia e insatisfacción”. En este caso aparece una metáfora popularizada: “el diostor”. Esta idea aparece transversalmente entre los entrevistados y se asocia a “sentido de ser supremo inalcanzable, no cercano, frío, dueño de la verdad absoluta”, según el estudio. Otro punto negativo es la metáfora del médico comerciante, quien antepone el interés económico a la ética.

El PESO DE LAS EXPECTATIVAS

El aspecto monetario marca un punto de inflexión en el análisis de la relación médico paciente en el mundo privado. Para Israel Gutiérrez, abogado de Falmed, optar por un prestador institucional privado “incide necesariamente, en la creación de mayores expectativas en el paciente y su núcleo familiar, principalmente por el hecho de estar pagando y por el descrédito de que ha sido objeto la salud pública. Por lo tanto, la tolerancia a los eventos adversos es menor, sobre todo considerando que es precisamente en estas clínicas en donde se realizan intervenciones programadas que, como sabemos en Falmed, tienen una mayor incidencia estadística en la judicialización”, señala.

El abogado de la Fundación agrega que “creo que los criterios económicos en la medicina son más identificables en este tipo de prestadores en razón de su estructura organizativa y los fi nes que persiguen”.

El médico cirujano y reciente integrante del Centro de Estudios de Jurisprudencia y Educación de Falmed, Dr. Miguel Umaña, adiciona un dato relevante: “es probable que las expectativas de las personas de mayor nivel socioeconómico sean mayores e incluyan aspectos más amplios del servicio de salud que están pagando: mayores grados de seguridad, certezas en los resultados, entornos sofisticados, ausencias de complicaciones, trato amable, tiempos adecuados en la atención y múltiples opciones oportunas a la hora de elegir a sus prestadores”. Para la gerenta de Clínicas Chile A.G., Ana María Albornoz, en la actualidad los pacientes demandan altos estándares médicos y de servicio. Dice que para ello hay una inversión constante en infraestructura y en tecnología. Agrega que “los pacientes valoran en el sector privado el acceso a una atención oportuna y de calidad. Además, los chilenos han demostrado 10 FalmedEduca REPORTAJE que valoran la libertad de elección y el sector privado ofrece esa libertad. Hoy, los pacientes se sienten empoderados para demandar altos estándares médicos y en nuestras clínicas los encuentran. Hay que tener en cuenta que las personas acuden al médico por necesidad y deben hacerlo donde se sientan más seguras”, apunta.

Sobre el asunto, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, tiene una mirada: “Nosotros tenemos la impresión de que cuando las personas definen qué es lo que esperan de una atención de salud, sea en el sector público o privado, en general hay una crítica de falta de información, muchas veces no se sienten tratados con la dignidad que corresponde, que hay poca transparencia, que no hay una vinculación o trato humano que les permita sentirse sujetos de derecho. Es evidente que hay diferencias con la apreciación de hotelería e infraestructura disponible, pero lo que esperan del trato es bastante coincidente en el sector público y en el privado. Ahora bien, sin duda el usuario del sector privado, por el hecho de estar pagando, se siente más empoderado para exigir”, analiza la autoridad.

El presidente de Falmed valora que los pacientes se sientan más empoderados, ya que eso los empuja a demandar mayor calidad. El Dr. Sergio Rojas señala que “como médicos tenemos que velar siempre por la calidad de la atención y en esto hemos dicho: siempre hay que advertir al paciente de las cosas que puedan impedir una buena atención y no hacerse cargo o echarse a la espalda los déficits que pueda tener la medicina, porque en el sector privado también hay déficits”.

Si bien en Santiago las clínicas del sector privado son reconocidas en complejidad y calidad de sus prestaciones, en regiones no necesariamente ocurre lo mismo. Según el abogado de Falmed en La Serena, sede del Zonal Norte Chico, Israel Gutiérrez: “Muchos prestadores institucionales privados adolecen de falta de resolutividad en situaciones complejas, bien por no contar con infraestructura sufi ciente o personal idóneo al efecto. No es extraño que un paciente que acude a Urgencias de una clínica privada sea derivado a un prestador institucional público, como ocurre, por ejemplo, ante la ausencia de un especialista ad hoc o por la inexistencia de una Unidad de Cuidados Intensivos”, indica el abogado Gutiérrez.

 MÉDICOS EN El SECTOR PRIVADO

 Si bien un porcentaje mayoritario de la población se atiende en el sector público, la gran parte de los médicos labora en el ámbito privado. De acuerdo al Dr. Juan Restovic “en este momento, aproximadamente un 55% de los médicos trabaja en el sector privado de forma exclusiva. Otro porcentaje grande del sistema público también tiene una pata en las clínicas, en sus consultas en las tardes”.

Para el Presidente del Colegio Médico, Dr. Enrique Paris, esta es una buena razón para hacerse cargo de las particularidades del sector. Según la máxima autoridad de la Orden “la medicina privada es una fuente de trabajo y por lo tanto tenemos que cuidarla y mantenerla”. Agrega que “hemos detectado que en ese grupo de médicos hay falencias importantes que solucionar: muchos no tienen contrato, muchos no tienen previsión, muchos no tienen un plan de retiro programado. Por lo tanto tenemos que trabajar fuertemente con ellos y además mandar una señal de que estamos preocupados de los médicos de medicina privada a nivel regional, sabemos que para ellos es más difícil su trabajo”.

A partir de esto, desde 2014 sesiona el Departamento de Medicina Privada de la Orden, encabezado por el Dr. Juan Restovic. De acuerdo al facultativo, “el Colegio se preocupa de estos temas porque hay cosas que no están solucionadas en el mundo privado: hay problemas en los planes de retiro, en las jubilaciones, en el tipo de contrato de trabajo. Tenemos una serie de problemáticas que no existe en el mundo público y que es necesario atender”, señala. Agrega que en este momento, el Departamento está trabajando en la reforma del sector y la reforma tributaria ya que “afectan directamente la calidad del trabajo médico en el mundo privado”.

En ese sentido, el Dr. Restovic asegura que “estamos escuchando a todos los actores”, visitando las clínicas y escuchando a las autoridades y expertos del área.

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